sábado, 21 de agosto de 2010

COMO IDENTIFICAR A UN CORRUPTO

COMO IDENTIFICAR A UN CORRUPTO

Un camarada, académico e intelectual cubano Esteban Morales escribe un alerta en una página revolucionaria digital de cuba “Unión de Escritores y Artistas de Cuba” (UNEAC), http://www.desdelahabana.net/?p=2210, el afirma que la corrupción en el Gobierno es "mucho más peligrosa'' que la disidencia y pone en peligro el futuro de la revolución. El artículo, por el tema causo sensación, señalo que incluso pudieran haber quienes desde puestos del gobierno “pueden tener casi todo preparado para producir el traspaso de los bienes estatales a manos privadas, como tuvo lugar en la antigua URSS''. Este camarada más que alertando, se nota preocupado, por lo que consideramos que es una denuncia oportuna, puesto que la corrupción forma parte del modelo contrarrevolucionario, que va tomando poco a poco los espacios o posiciones de niveles en el Estado y gobierno con el fin de destruir la revolución Cubana, señalándola como la “Verdadera contrarrevolución”.



Aunado a esto el presidente cubano, Raúl Castro en su discurso de clausura del IX Congreso de la rama juvenil del Partido Comunista también alerto de los peligros de la corrupción interna diciendo: “Sin la conformación de un firme y sistemático rechazo social a las ilegalidades y diversas manifestaciones de corrupción, seguirán no pocos, enriquecidos a costa del sudor de la mayoría, diseminando actitudes que atacan directamente a la esencia del socialismo”



Si es preocupante para la revolución Cubana, que la corrupción pudiera ocasionarle daños irreparables, a pesar que la revolución allí que lleva más de 50 años sobreviviendo al bloqueo económico del imperio estadunidense, entonces cuan más letal debe ser para nosotros los Venezolanos que solo llevamos 11 años tratando de construir el Socialismo.



Desde esta pequeña Organización Sindical Venezolana (SUNTRA-HUC) , también preocupados de que nuestra revolución no se nos escape como agua entre los dedos, realizamos una investigación de diferentes estudiosos en esta materia, por lo que aquí traemos una recopilación de las principales características de un corrupto, realmente no es una novedad, sino una síntesis de numerosos señalamientos que nos pueden servir para identifícalos, señalarlos y sobre todo no contaminarnos con estos apátridas.



Personalidad del Corrupto.



Se dice que el Corrupto tiene una personalidad psicopática porque no tienen ningún sentimiento de culpa tienen anestesia afectiva. Solo los mueve su propio interés y para llegar a ello, que es obtener dominio y poder sobre su ambiente, pueden arteramente fingir, llegar a simular, “no a sentir”, amor, compasión, solidaridad, ternura, sentimientos de amistad, sólo hasta conseguir sus objetivos. Cualquier estrategia es válida para llegar al máximo placer del psicópata que es anular la voluntad del otro para explotarlo, atacarlo y demostrar su superioridad y su desprecio hacia su víctima, ya sea en el área laboral, de sus relaciones personales, sexual, etc., se lo ha denominado “loco moral”, tienen capacidad de juicio guardado, reconocen la diferencia entre el bien o el mal, pero no les importa, nada los limita. Esta es su esencia, por ello con facilidad se acomoda en los grupos sociales a los cuales se desea incorporar, mostrándose gentil, bondadoso, empático, ético, cívico, preocupado por los valores y los derechos humanos, hacen grandes esfuerzos para aparentar tener buenos modales, todo para ganar la confianza de los demás, incluso logra la admiración de muchos, pero realmente son incapaces de cualquier hecho verdadero de generosidad, porque los corruptos no sienten pena ni vergüenza de sus actos.



Su personalidad presumida, lo hace permitiste abusar del poder desde posiciones públicas o privadas, para obtener beneficios grupales o personales, no respeta los límites de la autoridad que le ha otorgado, además generalmente, goza del respaldado entre sus iguales (corruptos) que pueden estar en cualquier escondite del estado e incluso de los poderes fácticos. Por ello no se considera obligado cumplir ninguna norma y leyes que deben regir a todos, los corruptos juegan con las reglas a su antojo cuando le conviene.



Se torna sumamente peligro cuando no pueden maniobrar los escenarios en los cuales siente que puede ser desenmascarado y como un buen psicópata ataca con ira, de modo terrorista realiza actos violentos de venganzas y destrucción en contra el empleado que ose dárselas a conocer o lo ponga el descubierto, puesto que a este tipo de trabajadores los considera sus enemigos o súbdito traidores. Por ninguna circunstancia después de haber logrado poseer un gran grupo de peones a su mandato, aceptara que estos se le revelen, por lo que es capaz de destruir la reputación de cualquiera de sus trabajadores para encubrir activamente su comportamiento corrupto.



Es un terrorista ya que bajo gritos, habla obscena y amenazas intenta demoler la estabilidad laboral, usando artimañas de mensajes telefónicos, panfletos para dañar la reputación de sus adversarios, amenazas verbales directas e indirectas, creando incertidumbre, angustia, todo lo que afecte laboralmente y sicológicamente a los que están bajo su yugo, utiliza a lacayos corruptos para que estos se encarguen de ejecutar sus macabros planes (que hagan el trabajo sucio) para tener el control de todo y de todos.



Es tan peligroso y hábil que cuando se siente a punto de ser descubierto es capaz de hacerles creer a la colectividad que es una víctima de trabajadores enfermos, conflictivos, inadaptados, pero que a pesar de todo él desea ayudarlos sin que ellos se dejen. En fin al corrupto se puede fácilmente comparar con una lagartija (con el perdón de las lagartijas), ya que después de cortarle la cola esta se le reproduce, los corruptos por su misma habilidad que poseen, optan de diferentes maneras para sacar provecho ilícito ya sea personal o grupal, algunos mal llamándose revolucionarios se valen del poder o del vínculo político para convertirse en parásitos de la revolución y en sus lugares de trabajo han hecho sus nidos de corrupción, dañando y deterioro del patrimonio público, poniendo en riesgo el proceso revolucionarios sin el mínimo sentimiento de culpa.



Todo esto ocurre cuando se siente que esta blindado, que no será castigado por sus actos a pesar de ser denunciado, puesto que previamente se ha encargado de construir una gran estructura administrativa, con suculentos sueldos y cargos que no se justifican, con el único fin de que sea dificultoso ser fiscalizado y les puedan probar algún acto de corrupción que es lo mismo que traición a la patria, pero en último caso este gran equipo también le es útil para tener un incauto a la mano para así endorsarle cualquier acto de Corrupción que se le escape de las manos, a estos personajes se les conoce como “Ladrones de cuello blanco”.



Como el corrupto es un delincuente muy peligroso y solapado, sus acciones no dejan marcas en el cuerpo pero es un torturador en potencia, y este tipo de maltrato es difícil de comprobar, además no actúa solo, posee una red de apoyo poderosa que opera como una mafia dentro y fuera del lugar de trabajo, la mayoría de la veces está conformado por varios categorías de poder, desde los Jefes máximos, Jefes medio , empleados y obreros, todos remando para el mismo lado, sus objetivos son ganar el máximo para su bolsillo y maltratar, destruir al trabajador que los denuncie, ya que éste maneja información que puede comprometer seriamente sus recursos económicos y estatus alcanzados, dónde en muchos casos, sus familias no dimensionan su accionar oscuro.



Denunciar al Corrupto.



Existen muchos motivos que hacen que no se denuncien a los corruptos, el más frecuente es el temor, otro es considerar que se le restará importancia por no contar con amigos en el poder que en definitiva tome las correcciones, también existe situaciones que aunque el denunciante conozca al corrupto y al ilícito que este comete, al momento de la denuncia se le exijan pruebas en vez de realizar las investigaciones pertinentes, además están los que a pesar de tener conocimientos de estos delitos, prefieren hacerse la vista gorda, simplemente no les importa lo que está pasando a su alrededor.



Mas sin embargo cuando alguien opta por hacer la denuncia y esta no se le da la requerida importancia, ya sea por considerarla falsa a priori, o por ser vista como un mal menor justificado lo ocurrido sin tomar en cuenta los deberes de transparencia y de rendición de cuentas que impone un cargo público de jerarquía, y que la respuesta correcta de los funcionarios debe ser ofrecer explicaciones o evidencias para aclarar los señalamientos, el hecho de que a veces no se les investigue ni se les sancione, causa un sabor amargo dentro de la población.



Las denuncias de corrupción por ningún motivo deberían ser consideradas como ofensas a los funcionarios, sino oportunidades para validar la legitimidad del ejercicio público y adoptar rigurosas medidas correctivas, en caso contrario sería premiar la indeseable corrupción, abriéndole el camino al enemigo más grande de las revoluciones, como lo manifestó el camarada Esteban Morales en su artículo.

1 comentario:

  1. Desde hace bastante tiempo, hay dos vallas colocadas en la Av arturo michelena de Santa Mónica y en la Esq. de Iglesia San Pedro. Allí se anuncia el asfaltado de todas las calles de Santa Mónica. De eso ha pasado mucho más de un año. Las vallas continuan allí. hace mucho tiempo y causandole grandes trastornos a todos los que por allí transitan, asfaltaron muy lentamente la calle Arturo Michelena. solamente.
    Demás está decir que las calles de Santa Mónica dan pena, verguenza. Son monumentos a la desidia y a la incompetencia. Para muestra, hay que transitar la calle Cristobal Rojas desde su inicio en el colegio Cristo Rey. La calle que sube desde Defensa civil (Rufino B. Fombona que se empalma con la ruta 8) es una verguenza. Santa Mónica y Colinas de Santa Mónica, es como la tierra de nadie.
    Los vecinos están como resignados a su suerte y por supuesto ni se diga el concepto que del gobierno y concretamente del alcalde tienen.
    Jesús Mujica

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